martes, 6 de enero de 2009

Carta: Un modelo de Modelo

¿Qué hubiera hecho si tú no hubieras estado ahí? Quizá y muerto de tristeza. No pretendía salir esa noche; y es que año nuevo no es una fecha que me emocione del todo, menos cuando mis peculios han sido diezmados. Noté tu presencia detrás de aquella barra. Tú tranquilita, sentada, conversando con una chica que quizá y era tu amiga. Seguro me equivoco pero juraría que un par de veces me seguiste con la mirada cuando me paraba para ir al servicio. No me acerqué a ti hasta después de un buen rato. Te pedí tres cervezas para devolver la cordial invitación de unos amigos. No sé que sentí, fue algo raro; no creo que haya sido amor a primera vista, no. Sentía unos inquietantes dolores en el estómago, dolores que azuzaron a dejarte con mi amigo, a pedirte que le dieras a él las tres cervecitas que había requerido. Volé hasta el servicio, al que quedaba en la parte superior de donde nos hallábamos, al servicio más despoblado. Yo no acostumbro a cagar en cualquier lugar, tengo un culito fiel al wáter de su casa; pero esa noche no pude aguantar y cedí, fui infiel, o por lo menos mi humilde culito. Cosa rara aquella, así no se comienza un año nuevo, cagando en una discoteca. Regresé a tu barra, por donde indefectiblemente tenía que pasar. Mi amigo conversaba contigo con la confianza que le otorgan los vasitos de whisky que tomaba uno tras otro, pues había pagado más del doble de lo que había pagado yo para entrar, y de esta manera, podía consumir todo el alcohol que él deseara. Vaya la decepción que debió llevarse aquella discoteca ofreciendo esta oferta, pues mi amigo, bebedor en potencia, tomaba aquel whisky como juguito de naranja, uno tras otro sin aspaviento. Me acerqué a ti y a mi amigo, él nos presentó, y me sorprendiste con aquel besito delicioso con el que me recibiste. Yo hablo tonteras, entro muy mal a la tertulia que mi amigo y tú habían iniciado con anticipación. Puedes creerme que de cerca eres aún más bonita, y sabes que eso puede parecer una exageración con lo lindísima que eres. Mi amigo se alejo de repente de nuestra plática, que ahora solo era tuya y mía. Desde el principio mostraste esa sencillez que me encandiló, tengo que aceptar que aún más que tu beldad. No es imposible encontrar una chica linda – porque me contaste que eras una modelito que por engordar una nonada, se ha visto alejada de las pasarelas que seguro, te están extrañando a mares – y aparte de ser bella, eras tan sencilla, humilde, sincera y divertidísima. Déjame decirte que chicas como tú son como una aguja en cien pajares; como una perla en el fondo del mar, allá con el Titanic, bien al fondo del mar. Me divertía mucho el hecho de que nos prestaras vasos para que mi amigo, el de la entrada ostentosa, nos trajera más líquido desinhibidor. Terminé tomando whisky, licor que por muy fino o selecto que sea, no es de mi agrado; pero debido a tu dulce petición, bebí como un fanático aquel traguito, sin saborearlo mucho, porque andaba perdido en tu mirada, escuchando con inusual deleite tus aventuras, tus travesuras. ¡Eres una pillina! Las rebeliones contra tu mamá, contra la vida, contra los tabús y reglas tontas terminaron de embobarme. Me contaste, traviesa, que a tres chicos les habías dicho que eras virgen, que era tu primera vez; y ellos, hasta hoy convencidos de eso, deben de sentirse dichosos, felices de la vida. ¿Qué hace una chica como tú hablando con un chico como yo? Sé que no soy feo, pero tú eres relinda. Entre tantas virtudes que te acompañan, tu sencillez y sinceridad me cautivaron. El trato que les dieras a los guardias de seguridad, invitándoles Coca Colita helada y preocupándote por su comodidad me conmovió. Ellos me miraban feo, celosos de mi posición seguro, tan cerquita tuyo, disfrutando de tu compañía divina y deslumbrándome con cada sonrisita tuya, que es a la vista de cualquier mortal, una bendición. Hasta ahora no entiendo por qué me dejaste tu número de celular y correo electrónico en aquel papelito que aún llevo en mi billetera. ¿Harás eso con frecuencia? ¿Es una técnica de venta? ¿Me viste la cara de bobito y te dio pena? No sé la verdad, pero hasta el momento me siento halagado de que lo hayas hecho así, de la nada; porque yo jamás te lo hubiera pedido, soy muy malo para eso, para hacer de galán; yo no estaba para meterte floro, estaba para que tú me florearas chica linda; y yo caía redondito, incrédulo o crédulo, igual caía, así tu floro sea malísimo. Yo te pedí un pedacito de papel para anotar la dirección de esta humilde página. Tú pensaste que quería dejarte mi teléfono – cosa que tampoco hubiera hecho porque sabía que no me llamarías- y me prestaste tu celular para que lo grabara en tu agenda. Puse mi nombre en diminutivo, cosa que al parecer te dio gracia. Y es que así me sentía a tu lado, minimizado, encogido, empequeñecido. Nos tomamos muchas fotos, donde tú opacabas olímpicamente a los demás integrantes, sobre todo a mí que soy tan poco fotogénico. Y me pregunto nuevamente: ¿Qué hubiera hecho si no hubieras estado ahí? Me hubiera muerto del aburrimiento, de la tristeza. No encuentro mejor manera de pasar el año nuevo que como lo hice contigo, y si depende de eso el resto del año, no dudo que va a ser un año magnífico. Me despido con la promesa de ir a visitarte, de ir a verte. No te preocupes que sólo será un ratito, no quiero molestarte. Si llegaste a leer hasta esta instancia me sentiré nuevamente halagado, porque sé que te gustan las misivas cortas y concisas. Y si hay que resumir todo en dos palabras – aunque esto último me parece mezquino – serían: ¡Muchas Gracias! Eres una modelito traviesa y divertida. Eres una modelito única y estoy contento de haberte conocido. Si pudiera, volvería a darte ese besito inocente y respetuoso que te di en la mano al retirarme aquella noche, cosa que jamás hago, pero ante tanta dulzura no pude resistir, y me pregunto – ya por última vez, no te preocupes: ¿Quién podría?... nadie.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no se por que pero este articulo me llego y bastante me gusto mucho y me parecio muy chistoso como a su vez me familiarice mucho con el he tenido una experiencia parecida.
me agrada mucho haber sido la primer persona en dejar un comentario

leonardo me gusta mucho lo que escribes :)