martes, 17 de marzo de 2009

Sólo travieso

Ser puto no es malo, lo malo es ser imprudente. El amor es una excelente excusa para ser más bueno o más malo; y también, el límite marcado para diferenciar el beso que pude ofrecer. No soy malo, soy travieso. No soy un animal en busca de sexo, no soy el poeta en busca del amor, no soy el bohemio en busca de aventura, no soy el hombre apático en busca de soledad. Soy un ser humano con carencias y virtudes. Soy un hombre que cree en el amor pero no sale a buscarlo a la calle. Soy un hombre que se equivoca muchas veces pero intenta no cometer el mismo error. Soy un tipo que sabe compartir, disfrutar del momento; entrar en tu habitación, desordenar todo: tus labios tu piel, tu vida; decir te quiero y salir despacito, sin hacerte daño, cerrar la puerta y no despertarte cuando te halles dormida. No soy tu amigo, no soy tu ángel, tu amante; soy tu cómplice, tu mentira, tu verdad. Como dice la letra de una canción: “Prefiero un final inmediato y misericordioso antes que amistades largas y mal intencionadas” Como dice Coelho: “Cuando alguien parte es porque otro alguien va a llegar; encontraré otra vez el amor” Como dice Leonardo Dosantos: “La vida es una puta caprichosa” y sabes… tú también princesa anónima, que espero pero no busco. Y se llama Soledad, el nombre de mujer que hace que me enamore de ti, de la nada, de nadie que conozca pero extraño mucho. Y se llama Soledad la que hace que te lleve a la cama, que te robe un beso, que te mienta en un instante de sinceridad. No regalo besos, los comparto con personas que me inspiran confianza y luego, salen huyendo de miedo. No soy el cazador; soy la presa coqueta que mueve el rabo y sale corriendo. Soy el perro que persigue la rueda del auto y no sabe que hará cuando la alcance. El amor no tiene idioma, quizá por eso no me entiendan. No tiene límites, por eso habrá tantas guerras. Si hablas del amor, ama. Si lees esto y te convence, estás equivocada. Fácil es hablar, no tan difícil escribir; el problema es vivir y entender que a veces, la verdad duele, y más aun cuando estás equivocada. Prefiero morir de amor que vivir mil años con algún rencor en el corazón, con alguna envidia en la cabeza, con mucho dinero en los bolsillos o una mentira como inspiración. Si tú dices que soy malo, demuéstrame que tú eres buena y corrige mis errores que estoy dispuesto a aprender. Ser sincero e incluso imprudente quizá y sea mi mayor virtud, mi mayor defecto; lo que mejor hago pero lo que peor tengo. Tú dices ser mujer, yo soy un puto romántico. Tú dices querer amor, casualidad, yo también. ¿Tú sabes lo que es eso? Casualidad, yo tampoco. Soy el guerrero que te va a proteger pero sólo tengo como armas infalibles un papel y un lapicero. Soy tu guerrero cobarde pero tuyo. Mujer anónima, princesa etérea; yo también voy al baño, no soy distinto a los demás hombres. También me mojo cuando llueve y me gusta. Hoy te llamo Soledad y te veo en todas las mujeres; si eso es ser puto, soy reputo. No se vive de amor pero si se muere por él. No te pido que me creas, que pienses igual que yo, te pido que me entiendas y me aceptes. Mañana será el entierro del día de hoy y tal vez no piense igual. No soy malo; ser puto no es maldad, es confusión. Mi error es ser sincero, llegar a ser imprudente. Amo a las mujeres porque mi madre también lo es. Si te incomoda lo que escribo, discúlpame; porque también he aprendido a pedir disculpas después de un improperio impensado. Ni tan puto, ni malo; travieso. Si eres la mujer sin nombre, la princesa etérea, dame una señal, que últimamente ando distraído, confundido.

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