martes, 29 de julio de 2008

Amistad

L: ¿Cómo se te ocurre grabar? ¡Puta madre! Eso no se hace huevón. A: Tranquilo cholito. Es joda. L: Lo vas a borrar. Esas huevadas no se hacen. A: Oe, no es para tanto; por esa perra te pones así, por esa perra me vienes a gritar. ¡No me jodas tú carajo! L: Esa perra que tú dices es mujer como tu mamá, como tu hermana, como la hija que quizá tengas algún día. A: No me jodas huevón. No compares a esa puta con mi vieja. L: Yo sólo te digo gordito. La dejo en su cuarto y regreso. Está recontra ebria. (Veinte minutos después) L: ¡Hey! ¿Qué fue? ¿Lo borraste? A: Ya lo borré, mira. Eres un huevón la verdad. L: ¡Ok! Tú sabes que esas tonteras no me gustan. A: Anda entonces con esa cojuda. Eres un arrecho de mierda que prefiere estar con una regalada antes que con tus patas. L: Ya te he dicho que no hables así gordito. No creas que siempre tienes la razón. A: ¿Qué cosa? Yo siempre te he apoyado en todo. Gracias a mi has hecho un montón de huevadas. L: Ya gordito. Ya te agradecí en su momento. Tienes que aceptar que has cambiado, que eres más renegón, egocéntrico y hasta dictador te has vuelto. A: Si pues. Me gusta ser como soy. Además soy racista, tú lo sabes. Yo sé que soy más que muchas personas, así lo demuestro. L: Estás mal gordito. A: Sabes qué… ya no eres mi amigo L: No hay problema. Si esa es tu decisión, la respeto. A: No me jodas con tu sarcasmo. ¡Ya no somos amigos! L: ¿A veces dices llamarte amigo? A: ¿Qué cosa? ¿O sea no soy tu amigo? ¡Vete a la mierda huevón! ¡Vete a la mierda! Yo que he hecho tantas cosas por ti y encima me vienes a decir eso. L: La amistad se basa en respeto y confianza gordito; y tú, no respetas muchas veces. A: No creo que sea así. ¡Me llegas al pincho! L: Todo porque te jode que me agarre a Eli. Dile en su cara que es una perra y no juegues al doble discurso. A: Si pues, es una perra. Se lo digo si quieres. Total, estás comiendo las sobras que dejé yo. L: Ves como hablas. Ya habló dios, el dueño de la verdad. A: deja esa ironía mierda. ¡No me jodas! L: Mira gordito: tú sabes que eres como mi hermano; eso no va a cambiar, menos de un día para el otro. Tú has cambiado un montón. Te pido disculpas si por lo que dije te ofendiste, pero no me retracto. A: ¿No te retractas? Ya huevón, las cosas no van a ser igual, pero como tú dices, no cambian de un día para el otro. L: Es mejor ahora que más adelante. A: Normal. Cuídate pues.

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