martes, 12 de abril de 2011

Descontento

Estoy en el chifa, muerto de hambre. Hemos venido Emma y sus papas a comer, en parejas, como si fuera una de esas saliditas de amigos a conversar. La verdad es que no son muy mis amigos, creo que me odian un poquito, me odian porque soy el enamorado nuevo de su niñita y porque la rapto hasta altas horas de la noche. Pedimos todos diferente. Es peculiar pedir las cosas por números, y es que en el chifa los combos son la mejor opción. – Un dos para mi por favor, pero en vez de tallarines, arroz – Un combo tres pero en vez de pollo, chancho. – Un combo cinco please, pero en vez de palitos primavera, wantán; y en vez de chanco, gallina; o sea uno que se parezca al seis pero con cosas del uno, ¿Ud. me entiende verdad? – El pobre hombre siempre entiende todo, anota cosas extrañas que alcanzo a soslayar. Aquel tipo está vestido como un danzante de tijeras pero trabaja en un chifa. Son casi las cuatro de la tarde, el chifa está lleno; es que no es un domingo cualquiera: Primero, estoy comiendo con mis futuros suegros y es primera vez que almuerzo con ellos y es primera vez que estoy frente a frente con el papá de Emma. Segundo, estamos a minutos de conocer quién regirá las riendas de este país caótico y particularmente sufrido. Nunca antes he estado tan involucrado con una elección como ahora, y es peculiar, porque a pesar de mi interés ni viajé a votar porque más barato me sale pagar la multa. El chico vestido de danzante de tijeras trajo todo sin equivocarse, preciso. Ha traído todos los platos de golpe y se acercó sin danzar, esperaba que lo hiciera. Trato de comer con calma, con los modales que pide la situación. Disfruto aquel chifa, me moría de hambre; le hecho el rocotito que está mal picado pero que no pica mucho. Tomo aquella gaseosa que se toma en los chifas de Arequipa, la cual dicen parece jarabe. Disfruto del almuerzo, conversamos en tono risueño. El papá de Emma no muestra ningún tipo de esfuerzo o incomodidad al momento de conversar conmigo. Su mami es un amor, aunque sé que no soy por completo santo de su devoción. Emma come furiosa, nunca la vi con tanta hambre. Es la hora: Mónica Delta parada tiene unos papeles en las manos que van a anunciar a los individuos que pasan a segunda vuelta, suelto el tenedor. Miro atento la tele, tengo un mal presentimiento. Aquella periodista alarga la noticia, sabe que eso de mantener al público en vilo es delicioso. Luego lo anuncia, lanza el pantallazo con la cara de los postulantes más importantes, todos salen con una sonrisa, incluso los que definitivamente no ganaron. Lo sabía, tenía el terrible presentimiento de que iba a ser así, el Sr. Ollanta Humala encabeza las preferencias y lo secunda la Sra. Fujimori; o sea, que me lleve el diablo. En tercer puesto, y unos puntos más abajo, se encuentra PPK. He dejado los cubiertos en la mesa y mi chancho con tamarindo ya no me apetece. No lo puedo creer, tengo ganas de llorar; tengo un nudo en la garganta y siento pena, tristeza, vergüenza. No entiendo nada. El Sr. Humala a expresado siempre aquel aire autoritario y demagogo, leyó con nerviosismo aquellos papeles virulentos que lo acompañaron en el debate donde definitivamente fue el peor preparado; sabemos de sus preferencias chavistas y de que su voluntad dictadora se va a cumplir. La Sra. Keiko tiene como fundamentos en su plan de gobierno liberar a su padre y después combatir la pobreza no sé cómo; lo más probable es su hermano, Kenyi, postule de acá unos años para sacar también a su hermanita de la cárcel. ¡No entiendo nada! el peruano es un ser descontento que no intenta salir de ese trance sino joder a todo el que sea posible e intentar que todos estén igual de jodidos que él. Me quiero morir. La mamá de Emma también está asombrada, pero creo que es por mi expresión desencajada. Me aguanto las ganas de llorar, me paso toda la vergüenza y la desazón. El Perú está destinado a ser un país mediocre porque la mayoría de la gente que lo habita adolece de ignorancia. Está destinada a ser tercermundista porque la gente que lo habita está llena de miedo y pesimismo. El Perú se jodió hace tiempo, y hoy lo estamos ratificando. Mi plato de comida está frío, ya no me apetece nada que no sea dormir un par de horas. Despierto, estoy en el cuarto de Emma, ella me mira dormir quizá y un poco asustada. Sus ojos me acompañan, son lo único que consuela mi desosiego y me permite sentir paz. Algo me dice que sólo a su lado podré soportar lo feo de los años venideros. Algo en sus ojos me obliga a pensar en que la felicidad aún no me es esquiva. Voy a preparar mi trinchera para combatir todo lo que de ahora en adelante intente borrar mi sonrisa. Si alguien escribió alguna vez que no se puede vivir del amor, no conoció los ojos de Emma y su sonrisa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

un amor asi es increible... quien como tu que lo conocio, dejame decirte que la suerte te rodea no la dejes escapar.

Anónimo dijo...

tiempos de crisis los cuales trataremos de aliviar quiza olvidando lo que esta pasando o derrepente nos obliguen a olvidar por lo que parece que se viene en este gobierno... pero tu tienes tu musa inspiradora la que tranquilizara tu mundo como lo hace mi esposa conmigo vamos hermano sigue escribiendo asi