domingo, 5 de septiembre de 2010

Un jefe no siempre es un líder

Uno llega a ser jefe no por pocas cosas: Puedes ser un tipo generoso, competente y contagiar el optimismo para hacer las cosas bien y ser productivos. Puedes ser simplemente constante y saber aprovechar las oportunidades. Puedes ser un chancón que sabe todo de memoria. Puedes ser un sobón chupa medias. Puedes ser un mediocre que está a la defensiva y pisa a todo el mundo para llegar a su objetivo. Ahora, una vez que cumpliste tu objetivo puedes ser un jefe que contagia la buena onda y que motiva a sus muchachos a hacer las cosas bien. Puedes ser uno de esos capataces que asusta a todo el mundo con amenazas poniendo en duda tu continuidad laboral. Puedes ser de esos que no les interesa como van mientras salga temprano y coma a sus horas. Puedes ser de esos que creen que incentivar es invitar una gaseosa. Puedes ser de esos que les convenga estar cerca para saber todo o de esos que se preocupan por los suyos para que de lo subjetivo a lo objetivo se cumplan las metas. Puedes ser un jefe con experiencia a los treinta y tres años. Uno incompetente con veinte años de servicio. Uno razonable sin ser psicólogo. Uno pésimo siendo el más premiado. Puedes tener la razón debido a la experiencia. Puedes tener razón porque crees tenerla. Puedes haber experimentado y no saber qué hacer. Puedes ser un hijo de puta pero no puteas a nadie. Puedes putear a todo el mundo y cagarlas de vez en cuando. Un jefe es el pináculo de la pirámide. Es el ejemplo a seguir y por ende (aunque no siempre sea el caso) el líder de aquel área o sector que se le haya asignado. No siempre un jefe es un buen líder. Dicen que los líderes se distinguen del resto porque tienen seguidores (esto puede ser una hipótesis equivocada). Dicen que los líderes son aquellos que mueven masas (todavía no basta). Yo creo que un líder de hecho es quien tiene el poder de llegar a la gente y hacerla pensar un poquito. Es aquel que puede convencer sin necesidad de obligar a nadie. Es aquel que contribuye con el grupo y trata de solucionar problemas que a veces ni le competen. Es aquel que enseña sin que le pidan el favor. Es el que compromete a su gente basándose en el cariño al trabajo y el respeto al compañero. Un líder es aquel que cree en lo que hace y en la gente que lo acompaña o sigue (según sea el caso) y se preocupa no sólo por cumplir las metas u objetivos , sino que también, comparte y departe algo más que indicaciones. Un jefe no necesariamente es un líder, y un líder no necesariamente es un buen líder. Las multitudes necesitan de un líder; alguien que les dé alternativas para pensar, para decidir, para equivocarse (como la gran mayoría de seguidores). Para ser un buen titular uno tuvo que ser un buen suplente. No puedes pretender ser un buen jefe siquiera si no te pones en el lugar de tus menores laboralmente. En la vida en general el altruismo es algo que nadie practica y por demás, no están esos que te dicen “hay que hacer esto o eso” sin decirte cómo. En el congreso hay personas que no saben ni leer ni escribir, y por lo tanto no saben expresarse correctamente y casi ni hablar el castellano, y así son padres de la patria (mejor nos declaramos huérfanos). No significa que discrimine a alguien; sólo que creo que hasta yo podría hacerlo un poco mejor. La culpa no es de ellos, es de los que lo escogieron. El hecho de sentirte jefe te hace importante. Como dice un relato: “Un ofertante quiere un pájaro para acompañarse en su vejez. El vendedor le enseña al demandante uno hermoso, blanco en su totalidad; habla tres idiomas y no ensucia nada. – Mil dólares –dice. El comprador duda. Entonces le enseña uno mejor aún, más bello; habla seis idiomas, no hace ruidos, vive cincuenta años y come poco. - Tres mil dólares – dice orgulloso. Como todavía no ve al comprador convencido le muestra a un tercero al que se le caen las plumas, casi y no habla, cojea de la pata izquierda y caga como loco. – Éste está diez mil dólares – dice convencido de la venta. - ¿Por qué tanto? – pregunta el comprador. – Fácil – responde el vendedor. – Porque los otros le dicen jefe.” Entonces algunos porque les dicen jefe se creen importantes. Un buen jefe no sería un buen jefe sin la gente que está detrás de él y lo avala. Yo no pretendo ser ni jefe ni me creo líder, pero si algún día el destino me guarda esa tarea, empezaré por comprometerme uno a uno con mis colaboradores. No basta con sonreírles, hay que intentar que rían contigo. Jefes cabrones los que creen que por joder van a ser mejor remunerados. Jefes mediocres los que no saben resolver problemas internos y buscan culpables eximiéndose de los fracasos. Jefes indeseables los que amenazan para coaccionar a sus también compañeros de trabajo haciendo alarde de su poder. La democracia es buena, pero las jerarquías joden esta democracia y los derechos de opinar y criticar, porque una crítica no es como muchos piensas para menoscabar o hacer daño. “El cerebro quiere la jefatura del cuerpo humano y dice que es quien mejor da órdenes. El corazón por ser el más noble pide el cargo. El estómago dice que él es el más importante. Y así todos los órganos dan su candidatura como la más óptima. Entonces la mierda se subleva y dice que él será el jefe porque si, y si alguien no vota por él se jode, porque no pretende salir del cuerpo hasta que no lo escojan. Entonces se ríen y descartan su candidatura. Van tres días sin deposiciones y el cerebro empieza a convulsionar, el corazón palpita con inconvenientes, el estómago revienta, y así todos los órganos. Es así que la mierda es elegida como jefe supremo y absoluto del cuerpo humano.” Es así que cualquier mierda puede ser jefe, así no sea un buen líder y no pretenda serlo. Yo no merezco ser jefe de nada ni postulo a serlo. Con paciencia y buen humor uno puede conseguir logros importantes. Cuando estos tardan, uno llega a confundir la paciencia con la mediocridad. Así pasen diez años, el optimismo y respeto que debe de haber en cualquier centro de trabajo, será mi objetivo primordial. “Motiva y no castigarás” será el lema. La vida te pone en un millón de sitios, en otro millón de situaciones, rodeándote de tanta gente diferente. Para ser por lo menos un buen líder, debes de saber lidiar con eso y aprender de las cosas buenas y malas que encuentres en el camino. La experiencia no está basada en el tiempo, sino en las cosas que te han pasado y sobre todo en los errores que cometimos así sean todos en un día. Yo no busco ser jefe de nadie y lo de líder es algo nato que yo no me atribuyo, pero eso sí, si llego a serlo, no seré una mierda caprichosa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Fernando soy Judith tu ex-compañera de clases del Vigil jajaja para que veas que aún leo tu blog, es algo extraño pero siempre lo tengo presente.
Pero este última publicación me ha hecho dar sueño... pero lo bueno es que es hora del refrigerio para darme una siestecita. jajaj chau

Atte: Judith Q.G.

Anónimo dijo...

te cancelan